Después de algo más de un año de mi última revisión ginecológica, hace unos días volví para la revisión de este año. Quiero recordaros a todas, antes de nada, que es súper importante que vayáis a estas revisiones. No lo dejéis pasar, porque se trata de vuestra salud.
En esta ocasión iba yo sola. Cuándo entré a la consulta me senté frente a la ginecóloga (la Dra. Rodellar), y empezamos a hablar sobre cuándo me había vuelto la regla después del parto. ¡He estado 16 meses sin regla! Y la verdad es que me había olvidado de que hay que ir con la fecha del primer día de la última regla anotada. O por lo menos tenerla en mente, porque siempre la preguntan. Había pasado tanto tiempo sin ella que había olvidado este pequeño detalle… Pero como hacía poco que me había venido calculé rápidamente (o no tan rápido rápido…) y sin problema alguno seguimos.
La importancia del suelo pélvico
Me preguntó sobre el estado de mi suelo pélvico. Os recuerdo que había necesitado unas cuantas sesiones de rehabilitación con una fisio especializada. Yo le comenté que bajo mi punto de vista estaba mejor, y ella me lo confirmo tras un tacto en la exploración que me hizo después. No es que esté al 100%, pero después de un parto y un niño que pesó tanto al nacer es normal que cueste recuperarlo y devolverlo al estado de antes del embarazo. Y más todavía si tenemos en cuenta que hace un año, más o menos, que terminé con la rehabilitación del suelo pélvico y no he hecho ningún ejercicio… De hecho, esto es, o será, uno de mis propósitos para este año. Quiero recuperar al máximo el estado de mi suelo pélvico antes de intentar volver a quedarme embarazada.
Lo que sucedió en mi revisión ginecológica
Volviendo al tema que nos interesa, que es la revisión con mi ginecóloga… Me preguntó si queríamos ir a por el segundo. Yo le dije que sí, pero que todavía no, que no sabíamos exactamente cuándo pero que no en los próximos meses. Aunque no descartamos que sea este año 😉 Teniendo en cuenta nuestro historial de esterilidad primaria, nos dio un margen de seis meses. Si en ese tiempo no consigo quedarme embarazada de manera natural, empezaremos a hacer pruebas. Otra vez…
Y ya después de esto, toca el turno de la exploración. Me puse la preciosa bata abierta por delante y me tumbé en la camilla, con el culete bien abajo, ya sabéis 😉 Lo primero de todo fue explorar el pecho. Todo correcto, así que pasamos al tacto que confirmó que mi suelo pélvico está en mucho mejor estado. Y después de esto, la ecografía.
Miró el útero, que estaba bien, y luego los ovarios en los que se detuvo un poco más. Parecía que había visto algo, pero para asegurarse llamó al doctor de la consulta de al lado. Es el especialista que hace las intervenciones con laparoscopia. Estuvieron mirando mis adentros, y comentando lo que parecía que veían. Comentaron algo sobre pequeñas adherencias, algo sobre un pequeño tabique, y algo que veían que parecía contener líquido pero que no estaban muy seguros de lo qué era.
Y, mencionando de nuevo la infertilidad, esto puede causar problemas a la hora de quedarme embarazada… Por si me faltaba alguno…
El mondongo…
El ecógrafo que tienen en la consulta es un ecógrafo normal e imagino que por eso no se ve en alta definición. Le comenté a mí ginecóloga que antes de hacerme el tratamiento de reproducción asistida, durante los controles ecograficos previos me habían visto un par de teratomas en cada ovario. En su momento, esos teratomas no medían más de 2 centímetros. Pero este “mondongo” que veían en la pantallita medía 5’85 x 4’60 centímetros. Es bastante grande me parece a mí, pero ni tengo reglas dolorosas, ni sangrados abundantes, ni dolor durante el ciclo.
Antes de mandarme a hacer ninguna prueba me explicó la situación. Al lado de mi ovario derecho se veía una bola que parecía contener líquido. Sin embargo, no se apreciaba bien si era un quiste al lado del ovario o quizás la trompa de Falopio que se había llenado de líquido y dado la vuelta sobre sí misma. Cosas que parece que pasan. Es por eso que para asegurarnos de lo que es me mandó hacer una ecografía Doppler y además una analítica de sangre con los marcadores tumorales para descartar que en caso de que sea un tumor se trate de cáncer. Ella ya me dijo que el nombre de lo que me había pedido era muy feo pero que no me asustase, porque lo que queremos es ver que todo sale negativo y no estamos buscando un positivo.
Hoy es el día de la verdad
Así que nada, al salir de la consulta directa a pedir cita para las pruebas. Hoy mismo tengo la ecografía doppler, que va seguida de la visita con la ginecóloga para ver el resultado de ésta y de los análisis de sangre. Teniendo en cuenta que me lo hice antes de ayer es posible que no estén los resultados de todo lo que me pidió, especialmente de los marcadores tumorales. Sin embargo me dijo de mantener la fecha para así poder ver todas las pruebas que ya tengamos.
La verdad es que la analítica me la debería de haber hecho antes, pero es que desde Adeslas me pusieron pegas para autorizarme el análisis de uno de los marcadores tumorales. La proteína epididimal humana 4 (he4). Resulta que en el informe médico debía especificar que era para el diagnóstico de cáncer de ovario, así que la ginecóloga me tuvo que hacer un informe nuevo especificando esto y se demoró todo bastante.
Como os digo, hoy tengo cita con ella, así que cuando salga ya os contaré por Instagram qué es lo que indican los resultados de las pruebas y cómo procedemos.