El hecho de orinar con frecuencia en el embarazo es conocido por todo el mundo, tanto embarazadas como cualquier persona, sabe que necesitamos tener siempre cerca un baño.
Las ganas de orinar constantes durante el embarazo suelen ser uno de los primeros síntomas tempranos que notamos antes de la primera falta. Y la realidad a veces es dura, pero, esto nos acompañará durante nueve meses.
Esta sensación de orinar constante cuando estamos embarazadas que tenemos suele atribuirse a cuando el feto es más grande y por espacio nos comprime la vejiga urinaria. Sin embargo, las primeras semanas de embarazo las ganas de hacer pipí también aumentan, y con un embrión tan pequeño… ¿Cómo es esto posible?
Orinar con frecuencia en el embarazo durante las primeras semanas
Las ganas de hacer pipí en las primeras semanas de embarazo se deben a un aumento de la cantidad de sangre en nuestro cuerpo. Los riñones necesitan filtrar todo este incremento de flujo sanguíneo, y para ello producen unos fluidos extra que terminan en nuestra vejiga.
Cada dos por tres durante el día, y también por la noche… Es un síntoma bastante molesto, la verdad. Yo, que soy de dormir sin levantarme, esto me mata. Lo que hago es intentar beber menos agua antes de acostarme, y sobre todo ir a vaciar la vejiga completamente.
¿Cada cuánto tiempo orina una embarazada? Pues esto es imposible determinarlo, como tampoco se determina una frecuencia “normal”. Simplemente, nosotras mismas, notamos un incremento y vamos a hacer pipí con más frecuencia.
Ganas de hacer pipí en el segundo trimestre de embarazo
Las ganas de orinar durante el segundo trimestre del embarazo suelen disminuir un poco, pero no vuelven a su necesidad original. En mi caso, me sigo levantando una vez por la noche, eso es impepinable.
Después, sobre el tercer trimestre, que el bebé ha crecido y nuestros órganos ya están fuera de lugar, el aumento de la micción vuelve a aparecer. Y esta vez, de un momento a otro. Porque puede ser que de pronto un giro del feto nos presione y tengamos que salir corriendo al baño.
Es el momento del embarazo en que se orina menos, aunque no poco. Si estáis embarazadas y orináis poco, debéis beber más agua y consultar con vuestro ginecólogo. Además, cuando hay ganas, hay que ir. Tanto estando embarazadas como “de normal”, no es bueno aguantarnos y nos arriesgamos a coger una infección de orina estando embarazadas.
¿Cómo puede afectar una infección urinaria en el embarazo?
El color de la orina en el embarazo es algo a tener en cuenta, si se oscurece o es casi naranja (en vez de amarillo clarito), puede ser un síntoma de deshidratación o infección urinaria.
Pero si hay dolor al orinar, escozor, sangre… Es posible que se trate de una infección de orina, y además puede ir acompañada de fiebre. También, como decía antes, orinar poco no es normal. Si vas a menudo al baño y sólo salen unas gotitas, también puede ser indicativo de infección de orina.
Siempre solemos decir eso de que “estoy embarazada, no enferma”, para que no nos traten como si estuviésemos en una urna de cristal. Pero lo cierto es que hay que tener cuidado con muchas cosas, porque tener una infección de orina en el embarazo puede pasar como anecdótico o:
- Ocasionar un parto prematuro.
- Causar un bajo peso del bebé al nacer.
¿Qué tomar para una infección de orina estando embarazada?
Hay antibióticos que son totalmente compatibles con el embarazo, y esto nos lo tendrá que recetar el médico. Pero podemos suplementar este tratamiento con otros remedios, que también sirven como precaución:
- Tomar arándanos o zumo de arándanos.
- Beber mucha agua.
- Vaciar la vejiga completamente, para esto podemos inclinarnos hacia adelante para ayudarnos, sobre todo al final del embarazo.
- Limpiarnos de adelante hacia atrás.
- Mantener una buena higiene genital.
- Hacer pipí después de mantener relaciones sexuales.
Lo dicho, orinar con frecuencia en el embarazo es normal, pero debemos vigilar que no sea un incremento sospechoso, con poca cantidad, que cambie el color… Con un poco de precaución podemos tener un embarazo genial 🙂