Hemos entrado en el verano por todo lo alto, y pasar por una ola de calor estando embarazada es horrible. La gente suele decirme que como estaré de poco durante el verano, que no lo pasaré muy mal. ¡Ja! Cómo se nota que no son ellos quienes lo tienen que pasar…
Pues eso, que estar embarazada en plena ola de calor es sumamente agobiante. Ya estés de tres meses, de cinco (yo ahora mismo) o de nueve. Y más si, como es mi caso, tenemos la tensión bajita. Sofocos, agobios, malhumor, cansancio…
Es muy importante que nos cuidemos cuando estamos embarazadas, y más en verano, porque las insolaciones y golpes de calor son terribles.
¿Qué es una insolación o un golpe de calor?
El estar prologandamente expuestas al sol puede causarnos un trastorno caracterizado por náuseas, dolor de cabeza, calor corporal, vómitos, somnolencia… En el caso del golpe de calor aparece también la fiebre, la temperatura corporal llega a 40º. Esto nos puede hacer convulsionar.
La insolación es algo más leve al no aparecer la fiebre, es como la previa a sufrir un golpe de calor. Ya veis que puede ser suficientemente grave, y siguiendo unas recomendaciones podemos intentar evitarlo.
Consejos para pasar por una ola de calor estando embarazada
Veamos cómo podemos sobrevivir a una ola de calor estando embarazada 😉
- Beber mucha agua. A veces se nos puede olvidar, por las prisas del día a día, por estar detrás de los peques, trabajando… Pero es muy importante seguir muy hidratadas, así ya podéis ir contando los ocho vasos de agua diarios (mínimo), o llevar una botella siempre encima. ¡No os despistéis!
- Comer frutas de temporada, como la sandía y el melón, ayudan a ingerir líquidos sin que nos demos cuenta. Y, además, fresquita, ¡entra divinamente!
- Descansar en la sombra, refrescarnos continuamente, tener un ventilador cerquita o el aire acondicionado. ¡Y abanicos!
- Ducharse varias veces al día. Con agua fresquita, al despertar, antes de ir a dormir, a media tarde cuando el calor aprieta más…
- Abrir las ventanas por la noche para que corra el aire y cerrarlas por las mañanas para que no entren las llamas del infierno en casa.
- Usar una crema para piernas cansadas con efecto frío, yo usaba esta en el final del embarazo de Martí.
- Llevar ropa holgada, vestidos anchos, de algodón; y combinarlo con zapatos cómodos.
- Llevar sombrilla a la playa, y sobre todo usar protectores solares para embarazadas.
Consecuencias de una ola de calor estando embarazada
El calor extremo no solamente tiene consecuencias físicas para la mujer embarazada, sino que también puede afectar al bebé que está esperando.
- Hinchazón de tobillos. Al aumentar nuestra temperatura interna durante el embarazo, los vasos sanguíneos se contraen para enfriar. Esto hace que se hinchen los pies, y si lo notamos debemos tumbarnos y ponerlos en alto para que circule bien la sangre.
- Parto prematuro. La oxitocina y prostaglandinas pueden aumentar a causa del calor, y pueden hacer aparecer contracciones y se acorte el embarazo.
Vamos a disfrutar del sol y del verano pero con precaución 🙂
Muy buenos consejos, súper necesarios con el calor a la vuelta de la esquina 🙂 Muchas gracias por vuestra labor en este blog!
Cuando llega el verano y suben las temperaturas, es conveniente no salir a la calle en las horas puntas del día en las que más calor hace para evitar insolaciones. Es conveniente aislar tu vivienda del calor cerrando las ventanas y bajando las persianas, equipa tu vivienda con ventiladores y aires acondicionados. Con aire frío en tu vivienda podrás soportar mejor el verano.