Nos vamos a preparar para la lactancia en el embarazo

Gracias a Almu, amiga mía y asesora de lactancia en Amarmantando, formada en Multilacta, hoy veremos cómo nos vamos a preparar para la lactancia en el embarazo, un tema especialmente delicado e importantísimo. Os dejo directamente con sus palabras.

¿Cómo nos vamos a preparar para la lactancia en el embarazo?

Cuando estamos embarazadas y tenemos en mente dar lactancia materna, es habitual preguntarse cómo hay que preparar el pecho para afrontar esta nueva etapa de la que conocemos tan poco. A mi juicio hay aquí un matiz importante: hay que prepararse para la lactancia, pero no hay que preparar el pecho. En la zona de la areola el pecho tiene unas glándulas, las glándulas de Montgomery, que son unas glándulas sebáceas encargadas de lubricar la zona. La naturaleza es sabia y el pecho está listo por sí mismo para comenzar la lactancia (no veo yo a las mujeres en la Edad Media yendo a por cremitas especiales al “hierbas” de la aldea…). Pero lo que sí tenemos que hacer es prepararnos nosotras, porque, lamentablemente, el mundo de la lactancia es un gran desconocido para la mayoría, y para más inri está lleno de mitos.Nos vamos a preparar para la lactancia en el embarazo

Hace muchos años lo habitual era que la gente hiciera mucha vida en la calle, que las familias vivieran juntas, y desde pequeñas estábamos habituadas a ver mujeres amamantando a sus bebés. De alguna manera las mujeres crecían viendo amamantar e iban interiorizándolo. Pero después cambió completamente el estilo de vida, y a eso se sumó la irrupción de la lactancia artificial, presentándose como un gran avance, de modo que muchas de las mujeres que ahora tenemos entre 30 y 40 años y nos hemos convertido en madres, hemos sido niñas de biberón. Así nos cuesta encontrar apoyo y consejos útiles entre nuestras propias madres, que muchas veces no saben qué recomendarnos. A esto hay que sumar la cantidad de mitos dañinos que abundan en nuestra sociedad y que hacen mella en muchas mujeres provocando que fracasen muchas lactancias. Por este motivo digo que no es tan importante preparar el pecho como prepararnos nosotras: leer e informarnos para poder detectar las falsas creencias y evitar abandonar la lactancia por causas totalmente inexistentes.

Hay muchas webs interesantes (por citar una sola, por ejemplo, la web de Alba lactancia) y libros sencillos de leer pero llenos de información muy valiosa, como Un regalo para toda la vida del pediatra Carlos González.

Pero en esta ocasión podemos repasar algunos de los mitos más frecuentes con los que podréis encontraros con facilidad, y algunas indicaciones de interés para poder comenzar con buen pie vuestra lactancia:Nos vamos a preparar para la lactancia en el embarazo

Tengo el pezón plano/invertido. No podré amamantar“: El bebé solo usa el pezón como guía, pero para ordeñar el pecho el bebé lo que tiene que presionar es la areola, por eso es tan importante revisar el agarre del bebé y ver que no se esté agarrando únicamente al pezón, sino que tenga introducida gran parte de la areola en la boca. Ya no solo por el daño que puede producir en la madre (no, la lactancia no debe doler, si duele es que hay un problema y hay que encontrarlo y solventarlo), sino porque el bebé no hará una extracción efectiva de leche de modo que no estará bien alimentado.

Mi madre no puedo dar el pecho, así que yo tampoco podré“: Falso de arriba a abajo. Cada mujer, cada cuerpo, es un mundo. Tu madre pudo tener un problema físico (que es algo muy raro, como comentaremos más adelante, pero puede pasar) que tú no tienes porqué tener necesariamente. O lo mismo lo que sucedió es que no tuvo el apoyo adecuado en su lactancia y no le ayudaron a solucionar unos problemas que son los que llevaron a que esa lactancia fracasara. Pero a ti no te va a pasar eso porque te vas a informar y vas a saber dónde buscar ayuda en caso de necesidad.

Los pechos pequeños no producen leche“: Otro mito más falso que un billete de 2€. Los pechos pequeños no son impedimento para amamantar. El problema viene con los pechos que tienen poco tejido mamario, pero un pecho pequeño puede tener suficiente tejido mamario para sacar adelante la lactancia y sin embargo tener poca grasa que le dé forma y volumen. Esta falta de tejido, que sí puede provocar problemas en la producción de leche, se llama hipoplasia mamaria, que es un pecho que no ha tenido un crecimiento correcto en cuanto a tejido mamario se refiere. Son pechos con una forma tubular muy característica, que están muy separados entre ellos, y cuyos pezones y areolas pueden parecer grandes en comparación con el resto del pecho.Nos vamos a preparar para la lactancia en el embarazo

Tras una cesárea no sube la leche“: ¡Cuántas veces habremos oído esto! “No le pudo dar el pecho porque le hicieron cesárea”. La intervención en sí, la cesárea, no influye en la subida de la leche. Lo que le indica al cuerpo que ya puede empezar a producir leche es el alumbramiento de la placenta, es decir, su expulsión tras el nacimiento del bebé. Y esto se produce tanto en los partos vaginales como en las cesáreas. ¿Qué es lo que sucede entonces para que muchas mujeres con cesárea hayan tenido problemas para dar el pecho? Los problemas son los protocolos hospitalarios, según muchos de los cuales algunas mujeres pasan muchas horas separadas de sus bebés después del parto. ¿Y por qué es esto un problema? Porque las dos horas que siguen al nacimiento y el contacto madre-bebé son fundamentales para el establecimiento de la lactancia. El estar separados horas después de nacer es realmente la interferencia en el establecimiento de la lactancia, pero no el hecho de haber tenido una cesárea. Afortunadamente las cosas están cambiando y en muchos hospitales este tiempo de separación es ya mínimo, e incluso inexistente en algunos de ellos. A esto hay que añadir que lo primero que tiene un bebé en la boca crea impronta, es decir, deja de alguna manera una marca en él, por eso es importante que lo primero que un bebé tenga en la boca sea el pecho de su madre y no un chupete, una tetina o una jeringa. Si un bebé está separado muchas horas de su madre, inevitablemente tendrá que ser alimentado y lo primero que entre en su boca será cualquier artilugio ideado por el hombre en vez del pecho de mamá.Nos vamos a preparar para la lactancia en el embarazo

Al hilo de esto, comentaros que es bastante poco recomendable introducir chupetes y tetinas hasta que la lactancia esté establecida, para evitar al bebé una confusión que le lleve a no saber qué hacer cuando tiene el pecho de su madre en la boca. ¿Y esto cuánto tiempo tarda? Habréis oído por ahí que se habla de un mes, pero cada caso es un mundo y dependerá de los problemas que se puedan dar en la lactancia, pudiendo tardar meses en establecerse de forma definitiva. Ojo, no os quiero asustar. Afortunadamente hay muchas mujeres que no tienen ningún problema. ¡Claro que las hay!


Para no saturaros en exceso lo dejamos por hoy, próximamente habrá una segunda parte con la que seguir aprendiendo 🙂 Podéis leerlo AQUÍ.

4 comentarios en «Nos vamos a preparar para la lactancia en el embarazo»

  1. Ya sabes que yo llevo más de 3 años de lactancia, e incluso he vivido unas pocas semanas de lactancia en tándem y debo decir que el libro de Carlos González me frustró mucho en mis inicios. Lo leí durante el embarazo, todo parecía facilidad y felicidad y cuando empecé a tener dolores insoportables (durante 3 meses) sin que nadie supiera por qué (y eso que iba a un grupo de lactancia semanalmente) se me hizo muy cuesta arriba y muy duro no tirar la toalla. pero oye, todo acabó pasando y aquí estoy ¡segundo hijo y segunda lactancia iniciada sin haber finalizado aún la anterior!

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