Preeclampsia en el embarazo: indicios e ingreso hospitalario

Mi embarazo ha sido un sube y baja. Reposo, vida normal, náuseas, un solo vómito, ya me encuentro bien, luego ardores, tobillos de elefanta… Pues ojocuidao si se os hinchan los tobillos, pies, piernas… Porque en mi caso, en las últimas semanas se me hinchó el tobillo y pie derecho de un día para otro, mucho más que el izquierdo. Y de vez en cuando veía como “chispitas” de luz… Pues una que se mosquea un poco, va a urgencias de su centro de salud, y tensión demasiado alta para el embarazo. ¿Diagnóstico? Indicios de preeclampsia

Podéis ver un resumen de cada semana de mi embarazo, dividido por meses, aquí.

Estado hipertensivo del embarazo

Ahora que estoy escribiendo este post, me acabo de dar cuenta de que mi tensión ha estado alterada durante todo el embarazo. Sí, ahora caigo en la cuenta… Si mal no recuerdo, prácticamente todas las veces que el enfermero del centro de salud me tomaba la tensión en las revisiones periódicas, estaba algo por encima de lo normal.indicios de preeclampsia en el embarazo

El enfermero no le daba mucha importancia, incluso diciendo que es normal en las embarazas tener la tensión alta. Pero eso sí, no me libré de que me hicieran en dos ocasiones un electrocardiograma por descartar otros problemas. Sin embargo estaba todo bien, así que para casa tan tranquila.

En Viamed no me tomaron nunca la tensión cuando tenía las revisiones. Ni me hicieron analítica de orina nunca en ninguno de los dos sitios. Así que poco me hubieran diagnosticado, pero quién sabe si hubiera servido de algo.

Y llego a las 40 semanas de embarazo

Habiendo alcanzado ya la Fecha Probable de Parto, fue cuando me dirigí a urgencias por inflamación de mi pie derecho. Os aseguro que parecía el de una elefanta, ¡jamás lo había visto así!

Tenía la tensión en 140/100. Me la tomaron varias veces, por eso de descartar, y desde varios tensiómetros distintos, por eso de asegurarse. Pero estaba en todas las ocasiones demasiado alta. Me hicieron una analítica de orina de estas exprés y dio muy positivo (+++) en leucocitos. Me mandan de cabeza al hospital para valoración.

Y nada, para allí que vamos, con la canastilla del hospital para el bebé y con mi bolsa preparada, por si acaso. Que nunca se sabe si te van a dejar ingresada…

Bien. Ahí me vuelven a tomar la tensión, que sigue alta. Me ponen las correas y el bebé está bien, y me hacen otra analítica. Todo parece bien. Como en dos días tengo visita con mi ginecóloga, me receta una medicación para bajar la tensión y me voy para casa.

Cuando volvemos para la visita con mi gine, me toma la tensión, que sigue alta… También me hacen unas analíticas de sangre y orina. Y vaya, ahora resulta que tengo indicios de preeclampsia.

La gine me dice que siga con la medicación, y si aun así la tensión sigue alta, tendré que volver a urgencias. Es un martes, y me da hasta el viernes para ponerme de parto sola. Si no, me inducirán por riesgo de preeclampsia. El bebé ya pesa 4 kilos, hemos llegado a término y no hay por qué arriesgar.

Intento provocar el parto de manera natural… Que si maniobra de Hamilton, que si paseos, que si infusiones de frambueso… Y nada. El miércoles mi tensión sigue alta, no ha bajado con la medicación, y nos volvemos a urgencias (maletas incluidas otra vez).

Ingreso hospitalario por indicios de preeclampsia

Más analíticas de orina, y también de sangre. La tensión sigue alta pero los monitores están bien, así que me ponen por vía una medicación más fuerte para bajarla. ¡Y vaya si bajó! Tan fuerte fue el chute que empecé a marearme, a temblar y con escalofríos. Me dejó tan mal que no podía irme así a casa, tal y como sugirió el mismo gine de guardia que el otro día, así que me dio la opción de quedarme hospitalizada (menos mal que llevaba en el coche las maletas) y acepté.

La intención del gine de guardia era dejarme una vía puesta, y yo le pedí amablemente a la enfermera que me la quitara porque me molestaba para dormir y quería descansar. Me dijo que no, y yo le pregunté que qué pasaba entonces con la ley de autonomía del paciente. Así que fue a buscar al gine, que cuando llegó me dijo que si yo quería me la quitaba, pero que tuviera en cuenta que era mucho mejor dejarla por si convulsionaba. ¡¿Hola?! ¿Y si muero? Venga hombre, aquí intentando asustar al personal… Y menos mal que al final me la quitaron, porque si ya dormí mal sin ella, no quiero no imaginar cómo hubiera dormido…

El jueves por la mañana me vienen a buscar para llevarme a monitores. Como no he pasado buena noche y sigo un poco mareada y sin fuerzas, me bajan en mi cama directamente. Me bajan a paritorios y me ponen en una habitación, pero antes de ponerme los monitores llaman a mi ginecóloga para ver qué dice, por si quiere adelantar la inducción debido a mi estado hipertensivo.

Y sí, el día 11 de mayo de 2017 empieza la inducción de mi parto.

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