Tener un aborto es una experiencia muy negativa, que tiene un elevado impacto sobre la vida sexual de la pareja que lo ha vivido, y por ello el sexo tras perder un embarazo es distinto, todo cambia, por lo menos al principio.
La labor del médico o del psicólogo en estos casos debe ser informar de las posibles causas del aborto, aliviar las tensiones y eliminar los sentimientos de culpa, informar de las posibilidades reproductivas futuras (ya sea con embarazo natural o mediante Tratamiento de Reproducción Asistida) y no planificar un nuevo embarazo hasta la estabilización de las relaciones sexuales y sentimentales en la pareja.
Sin embargo, un aborto seguido de una buena canalización de las emociones puede llegar a unir a la pareja. Es decir, que haya una comprensión mutua, saber que nadie tiene la culpa y ser conscientes de que es una desgracia para ambos miembros de la pareja.
Pero no siempre ocurre así, y hay un alto porcentaje de separaciones fruto del enojo, de los sentimientos de culpa y de los reproches mutuos. Además, las relaciones sexuales tras perder un embarazo pueden suponer un miedo a un nuevo embarazo, y por tanto, un recordatorio a la experiencia negativa vivida.
¿Cómo afrontar el sexo tras perder un embarazo?
Los primeros días tras el aborto será prácticamente inviable que ninguno de los miembros de la pareja piense en tener relaciones sexuales, sin embargo conforme pasen los días, la libido empezará a asomar e irá in crescendo poco a poco. Además, hay que tener en cuenta que según el tipo de aborto habrá o no una restricción de sexo, pero dejando a un lado las prohibiciones médicas, ¿qué podemos hacer para recuperar el deseo?
Es importantísimo ir despacio, porque después de un golpe emocional como el que supone un aborto, la pareja tendrá que recuperarse primero a nivel afectivo para poder afrontar la sexualidad de nuevo. Muy probablemente la disminución de las necesidades sexuales se acompañen de un aumento de la necesidad de afecto, y cubriendo estas últimas llegaremos a las primeras de manera natural.
Se puede empezar con caricias, con la introducción de juguetes eróticos como vibradores, con largos preliminares, practicando sexo oral, haciendo posturas como el misionero que no requieren grandes esfuerzos… Paulatinamente se llegará al nivel de sexualidad que se tenía antes del aborto e incluso antes del embarazo, logrando que la pareja vuelva a a disfrutar el uno del otro.
Los profesionales debemos escuchar los miedos y dudas que puedan surgir, para ofrecer la confianza que necesite la pareja y plantear soluciones a los problemas que expongan. Lo primordial es proporcionar tranquilidad y facilitar una definición de sexualidad más amplia que el coito, que estimule a la pareja a exhibir su afecto.
¿De qué manera afectó un aborto a vuestra sexualidad? ¿Cómo lo superasteis en este aspecto?
En mi caso, en los dos abortos, tuvimos que esperar 15 días por el legrado. Para nosotros el volver a tener relaciones de alguna manera es “normalizar” la situación, el respiro que de todo vuelve a ser como antes y de que estoy “bien”. En el plano afectivo la verdad es que no nos ha afectado. Creo que hasta que no he leído tu post ni siquiera se me había pasado por la cabeza la palabra “culpa”. Bastante tenemos con la pena como para comernos la cabeza con reproches y pensamientos negativos. Hay que concentrar todas las fuerzas en ver qué ocurre y cómo se puede solucionar, y no recrearse en algo que ya ha pasado y no tiene solución.
Me alegro mucho de que os lo tomarais así Glo, de corazón. Hay parejas que no saben afrontar esta situación de un modo tan positivo como vosotros, y que se hunden en un pozo del que no saben salir…